Cualquier empresa que quiera internacionalizar sus productos o servicios debe contar con un plan estratégico para que sus objetivos se cumplan. Este debe recoger toda la información sobre la empresa, dónde se quiere llegar y cuáles son los recursos para lograrlo. El desarrollo de un plan estratégico repercutirá positivamente en la consecución de los objetivos empresariales debido a la recolección ordenada y planificada de información valiosa para la correcta toma de desiciones.
¿Cómo ha de ser un plan de internacionalización?
- Escribir el plan:
Si el plan se ha redactado con detalle y en él constan todos los datos necesarios para su consecución, se podrán medir los resultados recogidos durante el proyecto, observar los cambios hechos y ver las posibles desviaciones de los objetivos a lo largo del desarrollo del mismo.
- Tener un plazo:
Es importante contar con un horizonte de tiempo razonable. Se recomienda una duración de 3 años, ya que 5 años es un plazo que se pasa de extenso y se pone en juego el «norte» del plan y menos de 3 años es bastante arriesgado porque los datos obtenidos en menos de tres años posiblemente necesiten madurarse un poco más para ser 100% fiables..
Sin embargo si tres años no es el plazo idóneo por tratarse de un mercado o sector muy cambiante, vale la pena resaltar que actualmente se tiende a acortar los plazos para planes de internacionalización gracias a la rapidez con la que cambian los gustos y hábitos de los consumidores que tanto influyen en el mercado y que con la globalización se difunden a gran velocidad.
- Contar con un contenido estratégico:
Un plan de internacionalización, se basa en primer lugar en el tamaño de la empresa, en su tipología de clientes, en la rentabilidad y en la competitividad de la misma. Así como en la inversión, en temas de marketing y comunicación, etc.
Es de vital importancia indicar cuál será el país en el que la empresa iniciará el proyecto de internacionalización y qué objetivos se querrán alcanzar con él. Cómo por ejemplo marcarse el porcentaje de ventas que la empresa quiera obtener del exterior o a cuántos países estaría dispuesto a exportar.
- Conocer el nuevo mercado:
Hay que conocer el mercado al que te vas a dirigir, dado que cada país tiene su peculiaridad. Por ejemplo, en Reino Unido se valora mucho la entrega en 24 horas, en Francia aprecian que se les conteste en su idioma, en Alemania el porcentaje de cambios y devoluciones es bastante alto así que hay que aplicar una política de cambios sencilla, etc. Son detalles que si la empresa tiene en cuenta, supondrán un plus al negocio.
En Oftex, te aconsejamos que antes de lanzar tu negocio a otro país, investigues y tengas en cuenta todos los factores y variables que puedan afectar directamente a la empresa. Así, el análisis y plan que hagas serán la clave del éxito de tu compañía.
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