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En los últimos años, se ha producido un considerable aumento en el número de empresas que han decidido ubicar sus plantas de fabricación y montaje en países extranjeros, e importar sus productos ya manufacturados a España por un coste notablemente inferior del que supondría realizarlo en el mercado nacional. Paralelamente nos encontramos con una tendencia de subcontratación en vez de implantación propia, en la que las empresas contratan directamente a empresas locales de otros países para que fabriquen sus productos. Sin embargo, de una forma u otra los productos fabricados deben cumplir los estándares de calidad requeridos.
Uno de los principales mercados por el que apostaban las empresas españolas era China, debido principalmente al bajo coste de la mano de obra y reducción en el costo de materias primas y durante el proceso fabril.
La fabricación en el país asiático debe suponer un cumplimiento estricto de las normas y requisitos que la UE pide en el consumo y utilización de los productos. Por ello, si nuestro género es fabricados en China debemos establecer dos pautas de control:
Contrato de Fabricación OEM
Este contrato tiene como finalidad asegurar a las empresas que subcontratan la fabricación en China, que los productos fabricados en dicho país cumplen las exigencias técnicas y comerciales. El Contrato de Fabricación OEM está en dos idiomas (inglés-chino) y se utiliza cuándo el fabricante chino recibe instrucciones específicas en la producción de envases, embalajes, diseños, así como la utilización de materias primas y máquinas.
Inspecciones y controles
Es de vital importancia realizar visitas a la fábrica en China para asegurarse de que se está aplicando la normativa vigente así como las especificaciones recogidas en el contrato anteriormente nombrado.
Sin embargo, siguiendo con las últimas novedades y tendencias del sector parece que este proceso va a la inversa. Y es que, si echamos la vista un año atrás, el Grupo Keer con origen chino instaló su primera fábrica de hilos de algodón en Carolina del Sur (Estados Unidos), con proyección de abrir cuatro plantas más. La reducción de la brecha salarial entre los trabajadores de Estados Unidos, los ventajosos precios de este país en relación a materia prima y energía han hecho que el país americano sea una opción más atractiva frente a China.
De regreso nuestro país, Injusa, una de las principales empresas jugueteras de España, ha decidido volver a trasladar toda su producción a su sede original de Ibi (Alicante). Con esta medida, la empresa prevé la contratación de más de 30 trabajadores y el retorno progresivo de una producción que supone el 30 % del total de la empresa.
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