España ocupa actualmente el décimo puesto en el ranking mundial de países exportadores de conservas vegetales, en particular la exportación de hortalizas conservadas en vinagre y tomate son las más relevantes. Particularmente a Japón exportamos más que todo tomate y aceitunas, ocupando el noveno lugar dentro de su ranking nacional.
En el segmento de las conservas vegetales encontramos que Japón tiene un comportamiento atípico en relación con otros países: La oferta supera la demanda con creces y por lo tanto la tendencia de producción nacional para el consumo interno está en números rojos. Las empresas nacionales se centran en la elaboración de algunas conservas vegetales que se utilizan dentro de la cocina típicamente japonesa, como brotes de bambú, espárragos, maíz dulce, champiñones, setas enoki, guisantes, judías rojas japonesas y tomates ya procesados. Los mayores productores nacionales son un pequeño y limitado grupo de empresas, donde las dos primeras y principales representan casi el 40% de la cuota de mercado. Otra de las razones de peso para que la producción nacional baje año a año es la entrada de productos del exterior con precios más competitivos.
Es en este punto donde vemos una clara oportunidad para los exportadores españoles de conservas, sobretodo de tomate, legumbres y patatas. Nuestros precios son bastante competitivos y estamos preparados para satisfacer las expectativas de un mercado maduro y exigente como el japonés ya que nuestro producto es de primera calidad. Por otra parte los japoneses sienten auténtica fascinación por todo lo relacionado con España, por lo que el introducir conservas vegetales tradicionalmente españolas como las alubias o las alcachofas es relativamente sencillo siempre y cuando se haga con una buena estrategia de marketing y distribución.
Estamos convencidos de que una buena forma de introducir nuevas conservas en el mercado japonés es precisamente la connotación «gourmet» que tienen muchas de las conservas que usualmente utilizamos en la cocina mediterránea. las aceitunas, o las mermeladas de cebolla o pimiento son dos ejemplos claros del tipo de producto para «foodies» japoneses del que hablamos. No hay que olvidarse del tomate que actualmente encabeza la lista de conservas españolas importadas por Japón: Mermelada de tomate, sofrito de tomate, tomate natural… el abanico puede ser bastante amplio si de conservas de tomate se trata.
Así pues, para exportar productos en conserva a Japón es importante que sean productos únicos, diferentes, que tengan una fuerte campaña de marketing detrás y que se adapten a las necesidades de los exigentes consumidores japoneses. Una idea muy buena es diferenciarse como producto gourmet, artesano, de alta calidad y cuidada presentación para buscar un segmento de mercado con poder adquisitivo alto y con capacidad de comprar recurrentemente nuestros productos.
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